La seguridad en el agua debe ser una prioridad para todas las familias, y cuanto antes esté su hijo en el agua, ¡mejor!
Los programas de natación para bebés ayudan a los niños a sentirse cómodos en el agua, lo que les abre la puerta a habilidades que les salvarán vidas en el futuro.
Los programas de natación para padres e hijos para edades de 1 a 4 años son esenciales: se ha demostrado que reducen el riesgo de ahogamiento.
Entre los 4 y 6 años, los niños deben comenzar lecciones de natación específicas para aumentar su seguridad en el agua.
Recuerde: las habilidades para nadar no hacen que un niño sea a prueba de ahogamiento y es necesaria la supervisión de un adulto en todo momento.